Explícito es mejor que implícito.
Simple es mejor que complejo.
Complejo es mejor que complicado.
Plano es mejor que anidado.
Escaso es mejor que denso.
La legibilidad cuenta.
Los casos especiales no son tan especiales como para romper las reglas.
Aunque lo práctico vence a lo puro.
Los errores nunca deben ocurrir silenciosamente.
A menos que hayan sido silenciados explícitamente.
Ante la ambigüedad, rehuye la tentación de adivinar.
Debería haber una-- y preferiblemente solamente una --manera obvia de hacerlo.
Aunque esa manera puede no ser obvia de inmediato a menos que seas Holandés.
Ahora es mejor que nunca.
Aunque nunca es muchas veces mejor que *ahorita*.
Si la implementación es difícil de explicar, es una mala idea.
Si la implementación es fácil de explicar, puede que sea una buena idea.
Los espacios de nombres son una tremenda gran idea -- ¡hay que hacer más de esos!
(traducido libremente al español por un servidor, del original en inglés)
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